Son los valores que los formadores y los colaboradores eligen vivir y transmitir en todas las actividades PRH. Guían sus acciones, sus decisiones y sus comportamientos en el ejercicio de su misión con los clientes.
Respeto a la persona
El respeto a la persona, a su libertad, a su autonomía, a su dignidad, a su diferencia es prioritario para nosotros.
Eficacia
– Las respuestas están adaptadas a las necesidades de los clientes.
– Los impactos positivos sobre la persona a corto y largo plazo.
– La liberación de los recursos interiores y de nuevas perspectivas para su vida.
Solidaridad
– Somos sensibles a cada realidad económica y social. Buscamos tejer redes con todas las personas mediante accesibles tarifas escalonadas.
– Movilizamos nuestras redes para contribuir a la formación de las personas que tienen recursos financieros limitados debido a su situación económica.
– La solidaridad entre los formadores se manifiesta a través de ofertas internacionales de formación, la puesta en común de nuestras especializaciones y una participación financiera adaptada al PIB de cada país.
Pasión compartida y servicio profesional
– El crecimiento personal que conduce a la transformación social es nuestra pasión común y nos moviliza. Se realiza por la implicación personal de los formadores como colaboradores y la búsqueda continua de ofertas adaptadas.
La ética vivida, el trabajo en equipo, la coherencia de nuestra oferta, la formación permanente de los formadores y los colaboradores visibilizan nuestro servicio profesional.
La ética vivida, el trabajo en equipo, la coherencia de nuestra oferta, la formación permanente de los(as) formadores(as) y de los(as) colaboradores(as) son signos de nuestro servicio profesional.